Supongo que es parte de la naturaleza humana el querer ver sangre o enterarse de las desgracias ajenas. A quién realmente le importan las notas que pueden cambiar al mundo? ciencia, tecnología, economía? Si pase lo que pase voy a seguir ganando el mismo sueldo, así sea verdad que Carlos Trejo es el mejor escritor del mundo. Mi mundo inmediato no va a cambiar, así que mejor entreténganme.
Nos interesa más saber las vidas de otros: Por qué lo mato? Cómo les robaron? Dónde la encontraron? Pos qué les hizo...?
Según los viejos maestros del periodismo las fuentes que más tablas dan a los reporteros son deportes y policiaca. Las crónicas que se pueden logar llegan a ser memorables. Pero como todo en este mundo se desgasta, ya ni eso podemos encontrar tan fácil.
Parte de mi rito al llegar a la oficina, y si el trabajo lo permite, mi primera actividad es revisar algunos diarios en línea. Y debo confesar que entre ellos uno que consulto es La Prensa. Si. Ese tabloide que podemos consultar con cualquier bolero, valet parking o poli que esté cuidando cualquier oficina. Ese tabloide que vemos con el voceador cuyos grandes titulares parecen siempre copia de la semana anterior: ¡MASACRE!, ¡SANGUINARIO!, ¡CHACAL!, ¡DESGARCIA!, entre otras lindezas. Y decía que ya ni sabor le ponen a la crónica policiaca, cada nota parece hecha en papel calca: Que lo mataron, el MP ordenó el levantamiento del cadaver y se levantó el acta contra quien resulte responsable y después de investigaciones ministeriales dieron con el asesino, quien confesó su culpa, por lo cual lo trasladaron a Barrientos o el Reclusorio norte donde esperará que el juez defina su situación jurídica. Que hueva. No es que quiera que hagan una novela de cada caso, pero al menos un poco más de creatividad...!
Sin embargo, de repente salen los editores con alguna chispa. Se me han quedado grabados varios ejemplos bastante graciosos, al menos para los lectores. Especialmente del Metro del diario Reforma:
Cuando el juicio de Michael Jackson: La primera plana era un close-up del Jacko con el encabezado "Chico temido"
Cuando tumbaron de la coordinación de diputados a Elba Esther: un retrato de la maestra con la cabeza "La cosa se pone fea"
Cuando Beatriz Paredes estaba enmedio de una controversia c en la Asamblea Legislativa del DF: "Se arma la gorda"
Cuando una redada de travestís: "Les saca la pistola"
Tal vez no sea lo más fino, pero aun hoy después de varios años sigo recordando esas portadas.
Por lo pronto, títulos editados en la ciudad de la esperanza como "La Prensa" el "Oooooorale!" y similares parece que seguiran gozando de extensos tirajes a pesar de su pésima calidad gráfica y de contenido.
