Tianguistli
Es una chinga. Es un reto a tu memoria. Hay que cuidarse hasta sábados y domingos para no toparte con el tianguis: una o más cuadras cerradas, un mundo de coches en doble fila y camiones verduleros estacionados al chilazo. Esos famosos camiones con la sabiduría popular a cuestas: "Me ves y sufres", "A que no me pasas... a tu hermana", "Voy con Dios, si no regreso es que me quedé con el"...
El tianguis. Sinónimo de lo barato, la suciedad, la transa, el desmadre. Siempre he escuchado quejas: que dejan mucha basura, que no pesan bien las cosas, que hay que estar a las vivas con el cambio y la cartera... ah! pero eso sí, que bonitos jitomates llevan.
Cuautitlán tiene el honor de convertirse en el pueblo-tianguis más grande de latinoamérica, alguna vez escuché. No recuerdo si se pone los martes o los miércoles.
Bonita costumbre mexicana la de convertir cualquier espacio abierto en tianguis. O ya de menos en unos puestesitos de taquitos, jugos o tortas. Bonita costumbre de cerrar una avenida o varias calles para convertirlas en kermesse cada semana o cada tercer día.