Wednesday, June 26, 2013

Tuesday, April 15, 2008


Que ni mandada a hacer...

Dime, ¿Tú te crees que protestas?
Dime, ¿Me aseguras que protestas?
Dime, ¿Tú te crees un rebelde o algo así­?
Oye, ¿Tú te quejas de la polución?
¿Hablas sobre la automatización?
Dime, ¿Tú te crees juglar moderno o algo así­?

Defiendes a la humanidad,
lloras porque el mundo está muy mal.
Criticas a la sociedad, dices que todo debería cambiar.
En el escenario folklorizas tu voz,
muera la ciudad y su contaminación
Con tus lindas melodías y romántica simpatía
¡Nunca quedas mal con nadie!

Oye, ¿Tú me dices que protestas?
Pero tu postura no molesta.
Dime si tu fin es algo atacar o ganar aplausos.
Tú te quejas de las bombas,
hablas que con el planeta van a acabar.
Pero nunca das un nombre,
tienes miedo a quedar con alguien mal...

"Nunca quedas mal con nadie"
Los Prisioneros, 1984

Tuesday, January 29, 2008


La Bamba

Comida veracruzana con show incluido. Los compas con guayabera, paliacate y sombrerito de palma. Las damas con el vestido ampón que vuela con cada vuelta. Zapateo y zapateo que se acompañan de arpa y jarana. Luego de dos o tres canciones, el receso.

Mi mujer los veía muy interesada. Luego de un rato me comentó:
- Imagínate, que bonito es poder vivir de bailar...
Le respondí:
- Bueno, nosotros vivimos de diseñar...

Thursday, November 08, 2007


33


Nací a los treinta y tres años, el día de la muerte de Cristo; nací en el Equinoccio, bajo las hortensias y los aeroplanos del calor...

Así comienza Altazor y a esa misma edad llego hoy.
¿Nacer hoy?
Buena oportunidad.

Wednesday, August 22, 2007


Una maldita pesadilla de muerte y devastación


Ésa era una frase que solía repetir un maestro de Kevin Arnold en "Los Años Maravillosos". Gustaba el tal teacher de hablar sobre cataclismos, lucha de especies y linduras por el estilo. Y algo así querían transmitir en vivo y a todo color las tristes televisoras mexicanas con el ahora famoso Dean. Ahi estaba el otro teacher grabando comentarios cada media hora durante la madrugada del 21 de agosto, cuando el huaracán le daba sus primeros llegues al mal llamado Caribe Mexicano. "El monstruo golpea con toda su fuerza, no ceja en su afaán destructivo" era el tipo de frases que repetía y repetía Joaquín. Y del otro lado de la TV, el Alatorre en las mismas. No con una crónica tan ridícula como la de su teacher López Dóriga, pero si con el terrorismo informativo a tope.

Supongo que los pendejos no se perdonan el que Wilma en el 2005 los haya agarrado desprevenidos y terminara con Cancún, Cozumel y Anexas sin su testimonio. Aquella vez tardaron más de un día en reaccionar. Ese mismo año Stan le dio en la madre al Chiapas, pero ¿a quién le interesa Chiapas, si siempre han vivido como náufragos? Hoy lo que ansían, lo que quierían, era vender la desgracia desde la entraña, transmitir en vivo la desaparición de la península de Yucatán. ¡Vaya exclusiva que tendrían! El rating a todo.

Mientras, la única pesadilla de devastación que sigue y sigue es en la mayoría de los medios informativos.

Thursday, August 16, 2007


Este espacio es patrocinado por...

Pinche publicidad, ya nada respeta: nomás hay que tratar de ver los partidos de fut. Les vale madre y en plena jugada ofensiva tapan la pantalla anunciando el desodorante con el cual todas las chavas te las van a poner ipso facto. Nomás en la final del último torneo en el que el glorioso Pachuca se coronó, había un anuncio publicitario cada 90 segundos. Qué calvario!

No ha hecho la querida publicidad sino pervertir todo lo que toca: el deporte, la cultura, el cine. Nada más aberrante que una marca como el centro de atención en lo más emocionante de una aventura. Lo patético de ver a Reed Richards, el fantástico Hombre Elástico, orgulloso de la super nave que consruyó... con parrilla de Dodge.

Los anuncios espectaculares que tapan sin pudor algo más espectacular como el cielo mismo. Tener que fletarse la retahíla de anuncios en cualquier estación de radio, al abrir una página web o, lo más aberrante, ver en TV a un actorcillo disfrazado de doctor diciendo que por su experiencia como médico sabe que recetarnos, para verlo al corte siguiente engañando a su mujer con la golfa más deseada.

Pinche publicidad, es el diablo.

Tuesday, June 05, 2007


Turno Vespertino


Ninguna fuente de mayor inspiración para crear leyendas urbanas durante la niñez y la adolescencia, que el turno vespertino de nuestra propia escuela. Hechos que nos parecían increíbles por su realismo: la chavita que se cortó las venas en el baño, la parejita sorprendida en plena faena en el taller de Electrónica; por su extravagancia: el puprite que amanecía colgado de la copa de un árbol, la destrucción de la herrería de las ventanas, el grafitti en lugares inalcanzables.

O lo peor, cuando dejaba de ser leyenda y nos alcanzaba: la madriza que le dieron a un compa por querer quedar bien con una de las 'de la tarde'. Por lo mismo hasta hubo 'careo'. Si, al más puro estilo del MP. "Identifica a tus compañeros que te agredieron". Boleto seguro para otra madriza segura y sin misericordia de por medio.

Siempre me paereció de los más extraño. Algo así como el mundo Bizarro del enemigo del Superman: las niñas parecían niños y los niños hacía rato que habían dejado de serlo. Ahora eran unos huevonazos azote del mismo Atila. Hasta los hermanitos de mis compañeros parecían cambiar al ser iluminados por el sol de las 3 de la tarde, enfundados en el eterno suéter verde y pantalón de Gales color gris. La hora en que el mundo se invertía.

Reprobar o ser un inadaptado del turno matutino, eran pretextos suficientes para ser condenado al Inframundo.

Finalmente me tocó vivir ese imaginado inframundo. El Turno Vespertino en la Facultad de Ingeniería de la UNAM. En el edificio del Anexo, junto a Contaduría y frente a Ciencias. Nada más lejos de mis temores secunderiles. Despertaba a las 8, desayunaba en familia, a chingarle a la tarea y todavía tiempo para otra siestecita y la comida. A la escuela a las 15 hrs y de regreso a las 22. Tiempo de sobra. Los camaradas a toda madre. Hasta la chica de la tiendita me sonreía, igual que hacía con los otros 1,000 cabrones del turno.

Sólo una vez fui testigo del agandalle vespertino. Cuando algunos Ultras llegaron al Anexo de Ingeniería, ya de noche, y al grito de "¡si corren los madreamos!", bajaron en tropel del autobús que habían tomado prestado. Simplemente pasaron de largo hacia el fondo del Anexo, con rumbo al Estadio de Prácticas para la 'quema del burro'. Yo por las dudas, mejor no corrí.